Pues esta tarta que véis es el resultado del último curso on-line de tartas pintadas que he realizado en las aulas de Ases de Tartas. El curso ha sido impartido por Viviana de http://www.sucreivainilla.com/ que al igual que yo misma pertenece a la delegación catalana de la asociación y desde aquí quiero agradecerle el haber compartido con todas las asociadas que realizaron el curso sus conocimientos. En su página tenéis información de cómo obtener un pdf del curso las no asociadas.
A pesar de una semana horrible por tener la gripe y un virus de esos raros que te dan mareos y náuseas conseguí acabarla, aunque algo desmotivada por mi situación pero ha merecido la pena todo el esfuerzo por aprender esta nueva técnica americana de "flotados, aguados y plenos" para tartas pintadas.
El modelo original es con bizcochos cuadrados de un mínimo de 7 centímetros, pero como no tenía los moldes adecuados ni quise comprar dumis para hacerla y estaba permitido hacerla con forma redonda opté por adaptar mis moldes a las medidas para hacerla más pequeña que la original. Para conseguir el bizcocho pequeño no me quedó otra solución que utilizar una lata de conserva que fuí adaptando para que me saliera con la altura ideal ya que el diámetro tenía que ser de 8 centímetros solamente, para ello le hice un fondo con hojalata que podía empujar para desmoldarla, ya que la lata estaba abierta por ambos lados y la forre con papel de hornear para conseguir la altura deseada y para hornear los bizcochos lo hice como os mostré en mi entrada anterior donde os mostraba el bizcocho que sirvió para la tarta "lazos inseparables" que hice para San Valentín.
Aquí os muestro algunas fotos del proceso de cocción para que quedaran altos y planos los bizcochos.
La cocción con la bufanda de toalla enrollada.
Conseguí una altura de más de 10 centímetros, si os fijáis la graduación no empieza hasta un centímetro despues de la base de apoyo de la regla. Tuve que cortarle el copete porque superaba mis espectativas y a pesar de la altura del papel sobresalía más de un centímetro.
Aquí ya están los bizcochos preparados con la cubierta de mantequilla para forrarlos, aunque un poco escasa, luego me dí cuenta que hubiera sido preferible aumentar el grosor para un forrado más cómodo.
Los bizcochos ya forrados y a punto para montar la tarta. El pequeño, por su reducido tamaño fue bastante difícil de forrar ya que no debía de quedar ninguna arruga, y pesaba demasiado el fondant en comparación con el bizcochito.
La tarta ya montada y a punto de empezar a pintarla.
La parte frontal

Los laterales
Me queda pendiente realizarla como el modelo original y por supuesto habiendo practicado la técnica, ya que aún no le he cogido el punto al espesor de la pintura, pero en general se ve bastante bonita y ya conozco otra forma de decoración diferente y con muchas posibilidades.